Un día la
punzada irá al infierno
herida con
la misma punta que atajó ese pálpito.
Galopa
sobre el tiempo/senda,
aprieta riendas a las penas,
desbocada su voz endulza la sal de la mar
cuando el
oleaje le estimula... las
cosquillas.
Ana Lucía Montoya Rendón
Junio 2013
.
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