qué tardes
ocres de hojas secas
despiertan agonías de hecho tan despiertas
en el pecho está muerto el fuego
los recuerdos andan zombis
empujan al abismo
empujan al abismo
y los
demonios son ángeles que a su modo cuidan
en tardes grises como éstas
se aceleran los opuestos
se aceleran los opuestos
¡tardes
de hojas muertas!
¿que están fríos los anhelos?
¿que estamos ardiendo y nos volvemos agua y lecho?
ana lucía
montoya Rendón
junio 2013
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