(brevedades...)
la lujuria
andaba suelta…
desde su
vientre plácido
gritaba
que
por su
cuenta
invitaba
jarros plenos de lecho
—entiéndase
lecho
no leche—
¡tabernero!
¡lujuria
para todos!
todos
de un
trago
y viendo
la transparencia del fondo
gritaron
enajenados
—¡salud!—
ana lucía
montoya rendón
octubre
2014
.
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