Amigo, eres artista del alma, sabes componer la
vasija rota. Sabes que hacia donde vayamos nos vamos con nosotros mismos. En el
caso de la gran mayoría es necesario nacer nuevamente y creo fervientemente que
así ocurre. Lo importante es no entrenarse en el uso del olvido para no cometer
siempre los mismos errores. Quizás no nos metemos a meditar sobre qué virtudes
tenemos que realzar y qué malos hábitos debemos ir mellando hasta que
desaparezcan. No se trata de los demás, se trata de nosotros mismos. Por eso
digo, hacia donde quiera que vayamos, allá nos vamos nosotros con nosotros
mismos.
De seguro la virtud de la paciencia desde lo
más profundo de los mundos internos te la están templando para tareas más
importantes, sea en esta vida o en una próxima.
¿Recuerdas las palabras con las que comprometían
al jefe del equipo, en Misión Imposible, a través de los mensajes grabados en cassette
o cd? Hoy nos dicen desde otros planos, —Si decide
aceptar…—. Sí, amigo, las pruebas son muy difíciles y severas para las almas
avanzadas. Seguramente tu alma ya es muy grande pero se te dificulta aceptar
ese hecho.
Sentirse culpable por lo que hacen otros es
una manera de dar la espalda al aprendizaje.
A mis hijos cuando estaban pequeños le
enseñaba a repetir una frase que también a mí me ha ayudado mucho: "conmigo nadie puede", pero no se
dice por arrogancia, no, solo por el hecho de considerar a la vida y a su envase
(cuerpo), lugares sagrado. Uno debe proteger su alma de esas bajas energías.
Por eso digo, creo que la prueba que la vida te dio es para templarte, y dirás, ¿por
qué a mí? seguramente porque tu alma es muy avanzada puedes sobrellevar ese
aparente exceso de peso.
Si ha de convenir en esta vida todo
cambiará, sino, solo sigue en tu escuela con tu aprendizaje; el de ese otro ser, quién
sabe cómo haya sido programado y aún no ha abierto el cuaderno de notas.
Ana Lucía Montoya Rendón
Noviembre 2013
.
Ana Lucía Montoya Rendón
Noviembre 2013
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario