¿Sabes?
Amigo,
gracias por abrirme la puerta. Ábrele a la perrita, mientras, te cuento, estoy
en uno de los vacíos más profundos que haya conocido, no tengo ni llanto, ni
día, ni noche; no hay nada.
Me
asesinaron y no me di cuenta.
Sé que uno
muta a zombi,
que se sigue
moviendo aunque esté muerto.
Hace mucho
siento esa muerte
Ana Lucía Montoya Rendón
Noviembre 2013
.
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