no
sé si será porque el día esta lluvioso
tan
gris y frío…
no
sé si es por eso
que
hay dentro de mí algo de este día tan opaco
algo
hay en mí de ese olor que tiene este día…
este
día que huele a tierra húmeda
y
a recuerdos de selva y musgo
y
a trote de caballos
huele
a ritmo de salto de rayuela
y
a delgado tejo
y
a muñecas de colores
con
sus sonrisas de hilos rojos
y
a sus abrazos de trapo
hay
algo de nubado en este día…
hay
algo despierto en las comisuras de los labios
—remedos
de sonrisas niñas y a arroyuelos—
hay
una roca allá
en lo que fue la Aldea
en lo que fue la Aldea
donde
aprendí a coser batitas
cuando
no sabía de la muerte
ni
de las tristezas de los días
hay
un algo de algo
tan
dormido en aquellas dos manitas...
hay
un algo que me quedó grabado
en
los tantos poemas que mi madre repetía
como
en éste que así empezaba:
Santa
Teresita —¡buenos días!—
ana
lucía montoya Rendón
2
de febrero, 2015
.
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