Los
polos ya no son extremos
vinieron a vivir al trópico
zafados de brazos helados
ahora soasados en la canícula
entregan su piel
sobre bocas promiscuas y húmedas
sobre bocas promiscuas y húmedas
de coquetas zonas tórridas.
Ella y él, lianas de manigua.
Ella y él, lianas de manigua.
Ana Lucía Montoya Rendón
Enero 2014
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