Casi nunca podremos recordar
cómo y cuándo
concebimos un hijo
concebimos un hijo
un verso
una nota
una imagen
o un trazo.
Ese momento de embriaguez y cielo
de calor y frío
de vértigo e infierno.
Luego
miramos la estancia
el lecho revuelto
entonces caemos en la cuenta
que algún duende hizo y deshizo.
Sí
casi nunca sobrios
casi nunca sobrios
siempre normalmente locos.
Ana Lucía Montoya Rendón
Enero 2014
.
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