Candela no revive en esa plaza
no es moza en el bazar de las ofertas
con paso corto y cansado
lleva el alma hasta la fonda
allí entre carcajadas y voces
entre desafíos de piel y de alma
entre vuelos y melodías
entre volutas de cigarros
y tongoneo de caderas
vende abrazos
para extirpar su agonía
—maldita compañera—
Candela no revive ya en esa plaza
entre sorbos y el hielo de unos ojos
raudo muere el fuego de su vida
sí, Candela se nos muere de tristeza
ana lucía montoya rendón
29 de julio de 2011
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