¡muy bien! que se afane el tirano aquel
que si la rima urbana o campesina
lo pone boca abajo o en supina
posición, salta el conejo sobre él,
no advertido que nos ha sido infiel,
empeñado en tapar la "cancionsina",
voz de ese cantor que que se empecina
en mostrar que él no da dulce sino hiel.
Don Juaquín, esa voz, tómela suave
la nuestra, la del pueblo esa es la voz
no la palabra del tirano fiero
hagámosle buen coro, compañero,
finalmente, el canto nuestro es esa hoz.
¡maestro, nuesto clamor sea el que lave!
ana lucía montoya Rendón
julio 2014
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