Beoda de
dicha,
insaciable,
insaciable,
trastabilla
entre columnas;
rojo el
tono de la seda,
suave el
tono de su voz.
¿Dónde la fórmula
que permita a las espaldas
dejarse acariciar
sin recato hasta sus límites?
Oh, tierra,
la recibes en tus brazos mientras gime.
Rebaño de nubes
va por su grito sobre el río.
Ablandada
piedra a fuerza de galopes,
grupa de acordes
líquidos,
allegros convexos
sobre pétalos,
relatan
gestas sus sinfónicos dedos.
Agua,
amorosa la arrullas
mientras yace perdida entre velos
esperando que alguna bandera ondee libertad.
amorosa la arrullas
mientras yace perdida entre velos
esperando que alguna bandera ondee libertad.
Ana Lucía
Montoya Rendón
Agosto 2013
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