Su boca estuvo cerca
hubiese sido a la mía buen bocado.
Quizás bocado y aliento.
Su lengua muda en copa seca.
Agua de cristal
fuente de ocaso y beso.
Boca.
Idea errante
anhelo entre la piel y el muro.
Chorro de vino tinto y sangre.
Bebió de todo lo que había vivo.
Grafiti de sombras y de hambres.
Sin días.
No es mi día ni el de nadie.
Ana Lucía Montoya Rendón
Febrero 2014
.
1 comentario:
Tremendo, que va, no da ni para decir mu.
Es un golpe de belleza salvaje leerte.
Un beso, con el cariño de siempre.
Publicar un comentario