Ojos en el parral de penurias, morados de desconsuelo, racimos de incógnitas.
la rama cruje
trepa por el puntal.
giba de tiempo
Frente al espejo no ríe la tristeza ni en las orillas se moja con el llanto, solo arrastra siluetas con su mirada lerda.
ruedan los ojos
sobre sus horizontes.
luces y sombras
No se mofa de su locura el que la sufre pero sí ríe de la cordura que exhiben los osados.
manto de armiño
el suspiro del día.
retazos lógicos
Abajo está. Oscura, con su lengua ardiente lame ángulos amargos. Creen que ha perdido su luz. La gema que era ha desaparecido. Eclosiona en canicas multicolores. Percusión blanca de espíritus
ana lucía montoya rendón
mayo 2011
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