late el
corazón en las esquinas
esperando
ver el contraste del absurdo
y lo concreto de los bordes
salta el
corazón la barda
para
enfrentarse cara a cara ante el abismo
cree que en
la caída hay un ángel
que le ofrece al menos su sonrisa
y el abrazo
flaco de sí mismo
salen los
sueños de los lechos
para
volverse peregrinos del mañana
asaltan los
demonios la alborada
para
confundir luces y sombras
y regresan tan tristes al mundo de
ninguna parte
ana lucía
montoya rendón
noviembre
2012
.
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