de musgo y aire
con bordes de río
así era el lecho...
expelía aromas de amor y queja
y alientos de fuego y paisaje ido
era de hambre la sábana
de niebla y seda las yemas de sus dedos
de nudos ciegos las modorras de la espera
carne suave la voz
de silencios el plumón de su almohada
guardián de secretos y acentos
testigos el muelle solitario
y ese faro inclinado sobre el vientre
—rielar de nave muerta sobre las olas—
¿de qué era el lecho?
era de aromas cansados
y de musgo y ribetes de frío...
¡nada más que un aroma incierto!
ana lucía montoya rendón
noviembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario