se levante del lecho esa ola
no acune en su vientre más congojas
encabritada acose en los espacios
el aroma de la flor nocturna que tanto la cautiva
siempre en fuga
siempre tímida
desliza su alma entre palabras
y deja a la Verdad perpleja
¡ven!
dale con anhelo regio
¡sopla ya ese aliento!
¡sigue soplando...!
insufla
¡sigue...!
¡oh!
¡qué vértigo delicioso en frenesí la envuelve!
pendones libertarios
ondeen tibio abrazo
y su pecho sin corpiño
almena
sin barrotes sus delirios
celda abierta
hoy blanca banderola
hogar soñado
así del afecto prisionera
tus abrazos fogosos la reviven
deja que su musa amorosa hurgue su entrecejo
deja que reine en ese centro
déjala vacíe a voluntad
los silencios
erguidos mutismos airosos
con su fardo al hombro
marcan su piel con sutiles huellas
errabundos
en la noche los deseos
vertiginosos aros de fuego
van derecho al creyente corazón
solazados sobre la Esperanza
duermen
¡sigue!
no yazcas ahora
¡vuela!
ana lucía montoya rendón
marzo 2012
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