En mis sencillos escritos he estado
cantando a placer, a algunos personajes o seres, entre ellos,
exaltando de manera especial a aquella Eva que está en nosotras desde los
orígenes de la especie, nombrándola de muchas maneras. Hace unos dos meses,
supe del libro titulado, "Mujeres que corren con los lobos", estudio
realizado durante veinte años por la psicóloga junguiana, Clarisa Pinkola Estés, obra en la que hace despliegue de esa parte de nuestra naturaleza femenina que
ha permanecido durante evos, esperando por nuestro propio abrazo. El hecho de
que fuera junguiana atrapó mi interés, de paso la asocié con el I Ching, porque
este fue uno de los libros que por siempre cautivó la atención de Carl Jung
como uno de los métodos para la exploración del inconsciente Hoy aquí, como siempre, me sorprendo muy
gratamente con tus versos enlazados, porque contienen (de nuevo, como siempre),
una muy buena cantidad de "elementos sagrados" que realmente nos
pertenecen a todas, como las lobas que somos, como evas, como las verdaderas
mujeres salvajes, en el buen sentido del apelativo, que es como lo describe bellamente, Clarissa Pinkola Estés.
DE LOBA A LOBA
"Sé de ti -de tu aullido- de tu roer
la tierra
hasta astillar el hueso..."
solo de loba a loba
solo de carne a carne
para ti, desde mi aullido al tuyo
para ti, mi canto.
los habitantes de la casa nueva,
gemelos desde el vientre de la Luna,
en caldero de Luz Eterna, entre vapores de
desvelo y vino
y ante la fuerza de su Sol inmune,
de dicha
borbotean.
en sus almas, laxa la fortuna,
palpita como sangre remozada
en su pecho, ruge el viento palabras de
hueso,
pilares fuertes, libres de escayola.
es en esa gruta antigua (osario mágico),
donde todos, lobos,
comprendemos que aúlla a plenitud, la
vida/hueso/vida;
en ella, tú, él, los bodegueros y yo,
nuestra aguas sonrientes,
nuestro fuego
lamiendo,
como cachorros de la Vida,
estamos
unidos, hechos Uno/Todo.
ana lucía montoya rendón
noviembre 2012
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