de tanto mi llanto
—decía mi madre—
se secaron mis lágrimas
hoy digo
¡se secó el vacío de tanto vacío!
tanto rueda el cántaro que
al fin cansado
recoge en su vientre los caminos
y las aguas
y con ellos desteje
la plenitud de mil paisajes
y se va
se va
ana lucía montoya rendón
junio 2014
.
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