8. Intimidad

El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.

Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
En el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
Hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
No lucha, y así permanece libre de culpa.

Lao Tse

Tao Te Ching

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lunes, 15 de septiembre de 2014

DEL FUEGO

Foto tomada por Ana Lucía Montoya Rendón
1.

A veces pienso... solo a veces...

Hoy pienso en las luces de los cirios.

Hay cirios de un solo pabilo y otros que tienen muchas mechas; dentro de sí hay muchas luces, entonces recuerdo a algunos nativos de edad mayor de nuestro país, especialmente de la costa Pacífico que fuman tabaco o cigarrillos o lo que sea, con el fuego dentro de su boca.

El fuego dentro de la boca. El fuego dentro de la boca expelido luego por la misma boca o por la nariz o "deglutido" para ser luego eructado. Fuego eructado como un Vesubio, dejándolo correr sobre sí mismos... ¿lava sobre la desprotegida Pompeya? Pompeya era una chica... Era Pompeyo un señor desprotegido, ¡No! Eran él y ella, los dos en simultáneo, desprotegidos.

Fuego sentado en la lengua para que lo saboree la misma lengua. Solo una lengua "pelotea" a la palabra de un lado al otro dentro de la boca, infla los carrillos antes de exhalar suspiros o susurros.

A veces el fuego se sienta y no lo para nadie... fuego tullido, ¡pobre ese fuego de los cirios!

2.

Había cirios.
Muchos cirios.

Hubo cirios.

Ardían dentro de sí mismos, miraban dentro de su fuego que nadie les insuflara otro aliento que no fuera el propio.
Fuego y amor propio. No es malo. Solo que, a veces, algunas cuántas veces, se dispara su dedo índice contra la llamita de otros cirios.

3.

El fuego de los cirios descuelga sus dedos
se vuelve rejas de carne.
Rejas que nacen en la fragua
de palabras que
aunque cocidas
viven crudas dentro de sí mismas.
No serán torrentes de lava
solo serán muertos
sentados en tronos imaginarios.
Proyecto de fragua la cavidad bucal
—la voz—
fuelle roto.

¡Qué túnel de olvidos el fuego de los cirios!

4.


Los cirios seguirán encendidos y sentados

tullidos sobre sí mismos
hasta el final de esta galaxia.

Humean
y hasta parecen que soplan volutas descendentes.

Rara especie de cirios...

No vinieron de Sirio.

Nota:

Esto continuará...
¿Continuará?

5.

Claro que continúa...

hay corazones  rodeadas de sí mismos
cirios asentados sobre el olvido del fuego
otras
definitivamente son total olvido

no hubo
no hay en su base remedo de rescoldo

6.


punto de saturación de la pirámide humana:

la raza humana

vértice de esa pirámide:
la sumatoria de egos

¡oh!
embiste ese punto
¡qué multitud de cirios sentados sobre él!

todos sentados
sobre el sueño colectivo de ser  diversos
dentro del Uno-Ego

¡qué pirámide rara!
su vértice tan inflado
y su base ya extinta

Ana Lucía Montoya Rendón
Septiembre 2014
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