8. Intimidad

El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.

Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
En el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
Hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
No lucha, y así permanece libre de culpa.

Lao Tse

Tao Te Ching

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jueves, 12 de febrero de 2015

COLOIDAL (DELIRIOS: DESTRÁS DEL PAPEL, LA TINTA Y EL LÁPIZ)



Estamos frente a una sombra, sin poder señalarle los contornos, ni los gustos, menos el perfil de su gracia o lo agudo de sus caprichos; sin poder determinar el alcance de su obra, ni la finalidad de sus proyectos, solo debemos atenernos al susurro de su voz en campo abierto o al silbo que usa para nombrar sus más caros apetitos y la puntualidad de cada una de sus fobias. Cuando amanece, salta a esconderse debajo del primer rayo de sol, pues sabe que desde allí, la penumbra lo bebe de un sorbo, así puede hacer parte de todos los valores de alta densidad, pesados como remordimientos, pesados como piedra atada al cuello del condenado a morir ahogado; sombra que, luego, cuando caiga la tarde, saldrá de su escondrijo a bambolear los ardores latentes entre las piernas de su olvido y su pecho, y, mortalmente afligido por las cosas que no hizo. La tarde muere en su presencia como flor de un día, como parpadeo de ideas nunca concebidas raro parpadear que existe, muy apreciable en la chispita de sus ojos cuando se mira en el espejo. Preámbulo es este periplo con el cual no se pretende ponerte  a pensar querido lector, porque por más que leas nunca le verás el rostro ni conocerás, aunque escudriñes, su identidad debajo de mil líneas escritas en un texto, detrás de ninguna de sus tildes, ni del silencio que habita entre las imágenes que se prenden y desprenden como chorro imparable en cada frase. Es una sombra incolora a la vez que policromática, es de todo género y de todo reino. Esta sombra se sabe habitante del Infinito y uno con todas las pasiones de las almas de los que han sido, son y serán. Presentar un personaje de estos es un reto porque su personalidad es parecida al “esto coloidal” que, crees lo tienes en una mano cuando ya, caprichoso, se va zafando para ir a caer en la otra.



ana lucía montoya Rendón

mayo 2013


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