8. Intimidad

El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.

Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
En el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
Hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
No lucha, y así permanece libre de culpa.

Lao Tse

Tao Te Ching

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viernes, 10 de octubre de 2014

GOTEOS

1.

Una mujer que hable desde el vientre puede invocar a la Diosa. Los elementales del agua, del  fuego, de la  tierra y del aire, son sus servidores.            

La mujer que hable desde sus vientre y pecho, puede exhibir desde ellos, la posesión de la Luz del Universo.

Esa mujer que hable desde el vientre es lecho de carne, de sacro y de cielo.

2.

Un vórtice sube hacia los otros
ahoga gritos en el pecho del mundo
sufre vértigos de corazón y rebeldía.

3.

A La Reynamora Azul
(Poeta andagaleña)

Eres tú, Vidriala. Eres toda vidriala: tu voz, tus ojos, tu corazón, tu piel, tu tierra. 

Eres todo en un solo vientre, eres tu gente toda. 

Tú, pariendo a diario el espíritu de una hija que tiene cuerpo tan grande que abarca el infinito; siempre viniendo con nombre propio; es por eso que no necesita bautizos, porque ella nace dentro del agua, dentro del aire, dentro del grito y el eco. Dentro del azul del cielo, nace del verde de los campos y, llora oro, plata y piedras preciosas. Es mariposa y pájaro, eres el río y su lecho. 

¡Eres tanto! ¡Eres todo! 

Eres una hembra hermosa llamada Libertad. Nadie la secuestra, ¡nadie!

4.

Como no me bajo del púlpito de zona tórrida, olvido el frío de los que disfrutan una de las bellezas de la naturaleza: Las cuatro estaciones.

No hay estaciones en el trópico. 

Somos de zona tórrida. Ella nos vive, nos palpita. Está presente en cada célula de piel o de sangre de los nacidos en esa franja. Reside en nuestro aliento y,  aun boqueando, cocinamos con sus ardores sobre nuestra tierra, algún biscocho en camposanto.

5.

Sobre el poeta y la mentira

Creo que cuando un poeta escribe, él no existe en su piel, su ser está inundado de toda la sangre del mundo; sangre de los que están, de los que se fueron, de los que aún no son. Escribe con el pecho abierto, en canal. Su pecho es del tamaño del Universo. No miente ni dice verdades, solo expresa, en colores, en texturas, en sabores, entre veladuras, todo lo que ve en y fuera de él.

6.

Noche larga: la Vida
Noche larga: las esperas
Luminosa como tórrido medio día: la Muerte.

Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2014


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