8. Intimidad

El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.

Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
En el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
Hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
No lucha, y así permanece libre de culpa.

Lao Tse

Tao Te Ching

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domingo, 27 de octubre de 2013

LIBERTAD


No hay alambradas ni mojones
mucho menos símbolos
porque es el Universo un solo mapa
donde no hay banderas que exulten marchas
donde no hay himnos
ni hay escudos
ni hay armas.

No hay puntos cardinales ni rosa de los vientos
solo las izquierdas y derechas de las manos y las piernas.

Tampoco hay facciones ni jerarquías en la casa o en la mesa
solo existen el canto y la piel que acunan un mejor mañana.

Hoy es gran día para ir desnudos
para andar descalzos
hacia horizontes que coquetean por todas partes.

Es día de miradas limpias y de páginas de aguas claras
donde se lee que no vale la pena seguir siendo manada.

¿Por qué tajar al pueblo? ¿Acaso es una ilusión el Alma?
¿Por qué llevar ventaja si todos nacimos en la misma cama?


Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013


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lunes, 14 de octubre de 2013

TIEMPO DE DEJAR IR



tiempo de soledad
antes y después

tiempo de siempre
para tejer nuevo nido y depurar andanzas
para escuchar a plenitud las notas dulces del silencio

escucha
suena bien el dúo acompasado que cantan nuestroos cuerpos
intenta de nuevo
uno
dos
hasta tres golpes
y la puerta
—cadera feliz— 
dejará habitar al olvido


Ana Lucía Montoya Rendón
Agosto de 2011


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sábado, 12 de octubre de 2013

¿QUIÉN ES?



¿Quién es esa que vibra histérica cuando el silencio grita henchido de colores, de aromas y amaneceres? ¿La que por sensual recato arrebuja desnudeces entre cortinas de humo, que cabalga y se mece en el filo del vacío para morir dichosa enjaulada entre memorias y olvidos? ¿Quién es esa que, fraterna va y viene entre fantasmas y se pierde en la placidez de los contrastes ofrecidos por las luces y las sombras? Hembra enajenada que busca compañía entre sus hermanas esperanza, agudeza y lejanía y se acurruca detrás de la tímida violeta. Que no acepta chismes de ausencias ni transa cuando le dicen que son ilusorios los cascabeles de la risa del agua, —inocente hilo, neonato entre montes vírgenes, niño mimado de las ondinas—. Ella, hilandera de ideas urde con el Tiempo y el Espacio una trama para hacer una manta para los huérfanos de Amor y anhelos; es la que escribe sus cuitas con letras de alfabetos del ayer, del hoy y del mañana para que todos comprendan que dentro de cada uno de nosotros siempre hay una voz de carne y fuego. Ella está hecha de agua y sed. Es una golosa que se ahíta con el candor de las miradas de un infante, de un perro, o con la soñolienta de un gato consentido y se enternece con la historia humana anotada en las arrugas de esos libros que llamamos hombres y mujeres viejos. Es bella, hospitalaria, excelente consejera. Su nombre, Soledad, su apellido paterno, Verdadera Compañía.



Ana Lucía Montoya Rendón

Octubre 2013



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domingo, 6 de octubre de 2013

NOSTALGI/ANDO IV



cuelga la lengua sus historias vencidas
detrás de las papilas el demonio ríe
detrás de la risa del demonio hay cenizas
y fiesta
y algazara
son festejos de domingo
el alma se perfuma con extractos de pena
se adorna con caléndulas y viste enaguas de semana

retrocede muchas vidas
sus pies
lectores de caminos
recuerdan coordenadas y abrazos
encuentran mismas voces  y las mismas caras
miradas de arcilla negra y seños de arcilla colorada

dentro de arcón de huellas hay nostalgias
y sabor amargo de lo lejano  de la fuente prima

Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013

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viernes, 4 de octubre de 2013

NOSTALGI/ANDO III


solo queda nostalgiar
recostados en sí mismos
sin llorar
sin decir que no cabe más tristeza

bandera el pañuelo blanco
aunque negro lo miren las sombras
rayado de mutismos
simula espantar demonios
en las puertas del cielo o del infierno

de sabor acre el paisaje verde
cirio apagado la nostalgia
par de amantes clandestinos debajo de su cama


Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013

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NOSTALGI/ANDO II


por calles polvorientas va la voz
patea desconciertos
nadie ve las plantas de sus pies sangrantes
nadie ve que el adoquín le contagia su tristeza

a su paso un ejército esgrime silencios
mientras de los postigos vecinos
chorrea lujuria y descaro

no entendieron más su canto
solo quieren pan duro
y beber agua del caño


Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013

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NOSTALGI/ANDO


mismo gancho
para colgar anhelos y desencantos
ondeantes alientos de muerte
cadenas montañosas los días idos
olvido burlón enfrenta al viento

se mira en espejos de lago y piel
mientras otros ojos mueren de pena
por cada luz que sueña en su retina de ocasos

Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013


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martes, 1 de octubre de 2013

CON ELLOS EN LA INTIMIDAD



Solos e íntimos. Sin recato. Desnudos. Onanistas puros, intensamente sensuales y sensibles; de manos hábiles. Ávidos de luces y de sombras, con la atención puesta en la búsqueda del máximo deleite, dispuestos a exigir y a conceder. En esas condiciones y armados de un lápiz, aunque sea de punta roma y, sobre un papel, aunque sea un trozo de periódico arrugado, o una servilleta, o un panfleto de mínimos márgenes, nos lanzamos a la conquista del amor, ciegos sin lazarillo, nos volvemos jefes de estado o congreso nacional que apruebe o derogue leyes, nos creemos la voz del pueblo para reclamar derechos o denunciar abusos. Así, tan ingenuos pero tan llenos de coraje, nos volvemos pintores o músicos, capaces de explayarnos sobre la belleza del paisaje o de copiar los sonidos del agua o la gracia del vuelo de las aves. En solitario, muchas veces reflexionando sobre la vida y la muerte, sobre el amor y el odio, sobre la esclavitud y la libertad, sobre lo coherente y lo absurdo o, como psicólogos, diagnosticamos el porcentaje de cordura que aún queda en el agua del tan mencionado jarrón azul. Con esas dos herramientas, el lápiz y el papel, cual varita mágica, nos volvemos hechiceros conocedores de las fórmulas que permiten sacar al demonio de su escondrijo y conjurar el mal que aqueja a esa plantita que no ha vuelto a florecer. Con tan solo lápiz y papel creamos o eliminamos universos, relatamos génesis blancos, azules o negros; describimos nuestro éxodo hacia el cielo o el infierno y, tocando trompetas, montamos los caballos del apocalipsis para ir hasta el lugar donde está guardada la caja de pandora, le violamos los sellos sin derramar una sola gota de sangre para buscar en ella el tamaño de los males que le pueden sobrevenir al mundo y confirmar que la esperanza sigue teniendo el mismo color. Somos capaces de describir de muchas maneras el sinnúmero de cualidades y circunstancias de los siete elementos: detallamos las papilas de las lenguas de fuego, montamos en la grupa del aire para ir a reconocer nuestras haciendas; al agua le agregamos sal o azúcar, según el origen de las lágrimas. Al elemento tierra lo incrustamos en nuestros órganos internos, así vemos que el corazón enamorado es de arcilla colorada y el corazón dolido, de tierra negra colectada en camposanto. Del quinto, el akasha, describimos su capacidad de memoria y nos quedamos maravillados de cómo encontramos a cada raza habitándolo por todos los rincones de su espacio infinito, donde también vive latente, el éxtasis; con el sexto y el séptimo, nombrados Tiempo y Verbo, está la Locura; estos alcahuetes le permiten a ella, gozar sinestesias y, la dejan transitar sonámbula a través de sus deseos hasta mundos sutiles donde a los cuerdos les da miedo entrar aunque sea en sueños. 

Sí, ser íntimos con el lápiz y el papel nos vuelve lujuriosos, valientes, atrevidos, arrogantes, ilusos y tremendamente felices.

¡Cuánto placer ganado por cada línea gestada en aquellos momentos tan íntimos!

Ana Lucía Montoya Rendón
Junio 2013

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SOBRE EL GOZO PERFECTO



“¡Todas las cosas vienen a ninguna parte!
¡Cuán vasto, qué invisible... no hay forma de explicarlo!”
Chuang Tze.

Difícil estar en ese punto divino que es el punto cero o de origen, punto negro/blanco,  de Luz/Amor o de equilibrio, o de limbo. Nombrado de tantas maneras por todos y habitado por casi ninguno de nosotros. Solo allí podremos ser el mismo “gozo perfecto”  tan perfectamente expresado en el texto del sabio Chuang – Tze de nuestro encabezado.
Soltar, dejarse ir, largar todo y largar nada. Solo eso, fundirse en el viento, ser él, con él, durante el día, durante la noche, durante siempre, durante nunca; saber sin saber que hay Ser, que se es Ser, que ese Ser es y no es.

Estamos en ese balanceo entre hechos y palabras, en medio de luces y sombras. Tema recurrente que tanto permea nuestro lenguaje diario porque el mismo uso de nombres y conceptos encasilla nuestra existencia toda y la de otros. La costumbre de usar nombres para identificar a los seres es camisa de fuerza que exige mirar la acción como el único medio para comprender ésta y otras dimensiones.

Ana Lucía Montoya Rendón
Octubre 2013

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