¡Oh! necesito
filo de verde y luna
necesito
sacro de agua y fuego…
Dónde está
la liga que ajuste la sangre en mi cintura,
que
detenga el aire en el borde del beso
y aleje la
borrachera que anuda mi cuello.
La mañana
de hoy fue un tajo,
mi vista quedó
herida.
En canal
abierto están los montes
y los
valle sonríen.
Mi pecho,
mi senos y mi vientre, hirviendo,
¡La mañana
de hoy fue un cuchillo!
Ana Lucía
Montoya Rendón
Septiembre
2013
.
1 comentario:
Los análisis estarían de mas, esto que escribiste es demasiado bello.
Y que tu vientre esté hirviendo no hace más que demostrar -una vez mas- lo pasional que vive dentro de tus profundos versos.
Te leo mucho, aunque comente en pocas entradas. Y no te olvido querida amiga.
Un beso.
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