en falange
hacia el infinito avanza
no es
requerido el raudo vuelo
cuando la bitácora es el verbo
y el
sustantivo galopa sobre la línea de los sueños
cuando las
alas son el manto
y el pecho está ahogado
es porque se ha
logrado el paso sin el cuerpo
al país de lo sutil del fuego
entonces,
¿para qué
volar?
si inmersos
en la Vida
y anfibio
nuestro celo,
somos la Palabra en el cielo o el averno
ana lucía
montoya rendón
noviembre
2012
.
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