masoquistas se me clavan
y los vacíos
se llenan
con la
eternidad de las ausencias
lo negro se
alimenta de mi hambre
y yo
siempre muriendo en cada sombra
siempre muriendo en cada sombra
las noches me
laceran
se hacen larga senda
se hacen larga senda
extendidas sobre el tiempo y mi piel
—no alcanzo a
transitarlas—
a mi vera se
retuercen las esperas
junto a las
flores pequeñitas
—mimetizadas—
—mimetizadas—
camaleones en la vía
¡mis largas
noches sueñan volverse azules días!
ana lucía
montoya rendón
octubre 2012
.
1 comentario:
Siempre sale el sol luego de cada noche...
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